Chilpancingo, Guerrero, 18 de junio.- Las complicaciones gastrointestinales, problemas digestivos y parásitos en el humano, son algunas de las enfermedades que se originan por las heces de perros, informó el coordinador estatal de Zoonosis de la Secretaría de Salud, Ricardo Ramírez Pérez.
El médico veterinario estimó que en el estado existen más de 600 mil canes, que a diario defecan en los patios de las casas, en sitios públicos como parques, jardines, plazas y áreas verdes, lo que genera un foco de infección constante para el propietario de una mascota y para quienes transitan por el lugar.
Comentó que los animales son portadores de numerosas enfermedades, que de no mantener condiciones higiénicas correctas, pueden transmitirse a los humanos, lo que recibe el nombre de zoonosis.
Los males zoonóticos son de tipo parasitarios, producidas por quistes, huevos o larvas de protozoarios (organismos unicelulares) y gusanos que están en la materia fecal de los perros.
Los parásitos penetran al organismo humano por ingestión de los huevos, debido a la manipulación de calzado, juguetes y demás objetos que estuvieron en contacto con el excremento o a través del aire, ya que cuando las heces se secan, se volatizan y contaminan agua, frutas, verduras y demás alimentos.
Señaló que recoger las heces de las mascotas, no es sólo para mantener aseados los espacios comunes, sino también para evitar enfermedades que ponen en riesgo la integridad de la persona.
Algunas de las enfermedades más comunes son las amebiasis, la larva migrans visceral, que se produce por la ingestión de huevos de toxocara canis.
Otro de los parásitos que pueden ser transmitidos es la anquiostomiasis y se adquieren por absorción de las larvas a través de la piel, generalmente por los pies en suelo contaminado por heces.
La sarna sarcótica producida por el ácaro sarcoptes scabiei, aunque no se transmite por el contacto con las heces, también afecta al hombre y es el perro, el animal que con más frecuencia se lo contagia por vivir en más estrecho contacto.
El responsable de zoonosis dijo que con una serie de medidas higiénicas básicas se pueden evitar las enfermedades, como mantener los objetos del animal limpios, lavarnos si tocamos a la mascota o recoger las heces y depositarlas en un contenedor especial.
Otra recomendación importante es el desparasitamiento interno cada seis meses y externo cada tres, así como el control veterinario de las mascotas.
Puntualizó que las mascotas deben ser vacunadas para prevenir la rabia y dijo que la Secretaría de Salud mantiene una campaña de vacunación antirrábica canina y felina permanente, que refuerza durante marzo y septiembre de cada año con la Semana Nacional de Vacunación, además que los animales tienen que ser inoculados para sus patologías específicas.