En coordinación con familiares del artista
Zihuatanejo, Gro., 2 de septiembre de 2011.- A cuatro días de su fallecimiento por causas naturales, el gobierno municipal que encabeza el alcalde Alejandro Bravo Abarca le rindió este viernes un sentido homenaje a Hugo Ayvar Sánchez, en reconocimiento a su talento como pintor muralista, que lo convirtió en uno de los valores artísticos y culturales más representativos de Zihuatanejo de Azueta.
La emotiva ceremonia, desarrollada en el vestíbulo del palacio municipal, donde se sigue admirando una de las obras maestras de Hugo, como es el mural que representa parte de la historia de Zihuatanejo, congregó a más de 100 personas, entre las cuales estuvieron la esposa, las tres hijas, los cinco nietos, los cuatro hermanos y muchos otros parientes del artista, además de las autoridades municipales, dos ex alcaldes y amigos de la familia Ayvar Sánchez.
Ahí, el profesor Lázaro Ramírez Cervantes, en una semblanza de la vida y obra del homenajeado, recordó que Hugo Ayvar Sánchez, nacido el 23 de enero de 1961 en el estado de Veracruz (por razones relacionadas con el trabajo de su progenitor), fue hijo de Rubén Ayvar Romero y Nestora Sánchez Suárez.
Mencionó que en 1977 "Hugo Ayvar marcó un parteaguas en el panorama de la pintura en esta región, ya como ilustrador de periódicos locales, ya como fundador de grupos culturales y exponiendo sus primeras obras".
Remarcó que con su obra pictórica llena de colorido y profundo significado, Hugo estuvo presente en Estados Unidos, Los Cabos, Guadalajara, Morelia, Pátzcuaro, Distrito Federal, Acapulco, Cotija, Michoacán, sin faltar Zihuatanejo.
Destacó que, según opinión de los conocedores del arte pictórico, los murales del restaurante Santo Coyote de Guadalajara y el mural del palacio municipal de Zihuatanejo, son las más bellas creaciones de Hugo Ayvar, y aseguró que el homenaje rendido al pintor muralista "habla bien del gobierno municipal del ingeniero Alejandro Bravo Abarca".
Uno de los momentos más conmovedores de la ceremonia se produjo cuando las niñas Valeria y Adhara, nietas de Hugo, acercaron una ofrenda floral a la urna con las cenizas del artista fallecido el pasado 29 de agosto.
En su turno, el secretario general del ayuntamiento, Juan Manuel Álvarez Barajas, quien con la representación del alcalde Alejandro Bravo Abarca encabezó el mencionado acto, enfatizó ante los presentes que "la vida y obra de Hugo es producto de la cultura del esfuerzo, su trabajo proyectó hacia dentro, hacia fuera y en todos los sentidos nuestras costumbres y nuestra historia, siempre con disciplina y derroche de talento".
Expresó que en cada una de las obras del artista recién fallecido "está su alma y su optimismo, siempre fortalecido por su principal sustento: Isabel su esposa, Syrma, Anaid y Patricia, sus hijas, y sus nietos, que hoy sufren la pena de su pérdida, pero que sin embargo, saben que vivirá siempre entre nosotros y que ocupa ya, en nuestra historia, un lugar que se ganó a pulso".
Por su parte Doña Isabel Espino Corrales, ahora viuda de Ayvar, tuvo la entereza de hacer uso de la palabra para dirigir un mensaje que a muchos de los concurrentes a la ceremonia conmovió hasta las lágrimas.
Entre otras cosas, con la dificultad propia de la pesadumbre que ahora sufre, manifestó que "para Hugo, el amor era lo más importante, lo material jamás tuvo importancia en su vida", y pidió que se recuerde a su esposo como "un gran hombre, inteligente, sabio, como un gran artista, quien para mí fue y seguirá siendo el mejor hombre, el buen hermano, el buen esposo, el buen padre y un cariñoso hijo".
Cabe hacer notar que en el transcurso de la ceremonia, el secretario general del ayuntamiento, regidores y familiares cercanos de Hugo Ayvar montaron una guardia de honor en torno a la urna que guarda las cenizas del artista; se guardó un minuto de silencio y otro de aplausos; mientras que otro artista local, José Luis Cobo López, interpretó el tema "Cuando un amigo se va", de Alberto Cortez.