VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DEL MENSAJE DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, AL INICIO DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO GENERAL, EFECTUADA EN EL SALÓN DE > SESIONES DE LA PROPIA INSTITUCIÓN
México, D. F., a 10 de diciembre de 2014.
Señoras y Señores:
El día 7 de diciembre de 2014, la Procuraduría General de la
República confirmó a partir de las investigaciones periciales
realizadas por la Universidad de Innsbruck en Austria y el equipo de
peritos argentinos, que entre los restos localizados en la localidad
de Cocula, Guerrero, se encuentran los del joven Alexander Mora
Venancio, de 19 años de edad, originario de la comunidad de "El
Pericón" y estudiante del primer año de la Normal Rural Raúl Isidro
Burgos de Ayotzinapa.
A nombre de las Consejeras y Consejeros del Consejo General del
Instituto Nacional Electoral, envío nuestras más sentidas condolencias
a sus familiares y amigos; en especial a su padre, Ezequiel Mora Choya
y a sus siete hermanos.
De igual forma, quiero expresar a nombre de este Consejo General,
nuestra solidaridad con las familias del resto de los estudiantes de
la normal Rural de Ayotzinapa que se encuentran desaparecidos. En el
INE estamos consternados e indignados, como lo está el conjunto de la
sociedad, ante los lamentables hechos ocurridos el pasado 26 de
septiembre en Iguala. Esperamos que se haga justicia y se castigue a
los responsables de este acto de barbarie inacepable.
El INE tiene un compromiso con la sociedad; entiende que su función
pública esencial es ser precisamente el instrumento para que la
sociedad, los ciudadanos, se expresen y recreen la convivencia
pacífica, el reconocimiento de la diversidad política y el ejercicio
de las libertades y los derechos de todos los mexicanos sin excepción.
El INE, como en su momento lo fue el IFE, es un producto de la lucha
de la ciudadanía mexicana por construir bases democráticas para la
convivencia política. Estamos todavía lejos de consolidar nuestra
todavía hoy incipiente democracia. Es más, nos aquejan aún muchos
signos ominosos, de entre los cuales el caso de Iguala es un ejemplo
indignante y condenable. Pero el INE es el resultado de la demanda
ciudadana para hacer de la vía electoral la ruta primigenia y
privilegiada para recrear nuestra intensa pluralidad y diversidad
política.
El INE es, como ninguna otra institución del Estado mexicano, un
órgano de los ciudadanos y para los ciudadanos. No me refiero sólo al
hecho de que la Credencial para Votar con Fotografía es el mecanismo
de identificación por excelencia de los mexicanos, elemento
indispensable de nuestra vida cotidiana. Me refiero también a que en
México las elecciones las hacen los ciudadanos. Son ellos quienes por
millones participan en la organización de las elecciones. son ellos
los que, por cientos de miles reciben y cuentan los votos de los
electores durante la Jornada electoral. Son ellos los que escrutan
cotidianamente las decisiones de esta autoridad.
>
El INE no se confronta con los ciudadanos, sino que son los ciudadanos
los que a través de una institución, que es suya, construyen las bases
para realizar ese momento en el cual pueden premiar o castigar las
acciones de los gobiernos, respaldar o sancionar a los partidos y
expresar su beneplácito o sus inconformidades con el estado de cosas
en la sociedad: las elecciones.
El INE es, insisto una institución de los ciudadanos y que los
ciudadanos deben sentir suya.
No está en manos del INE sino de las autoridades de procuración y
administración de justicia, la tarea de investigar y sancionar de
manera ejemplar a los autores materiales e intelectuales de los
lamentables hechos, que han vestido de luto a muchas familias y han
provocado la justificada protesta de los ciudadanos de todo el país y
el extranjero.
El INE convoca a todos los actores sociales, ciudadanos,
organizaciones, partidos políticos, así como a los diversos órganos
del Estado a resolver los grandes problemas nacionales, a procesar
nuestra legítima inconformidad y las demandas que los ciudadanos
plantean por las vías pacíficas que ofrece el sistema democrático.
La credibilidad de un Estado democrático empieza en la celebración de
elecciones genuinas, pero no se agota ahí. En este caso, la viabilidad
del Estado democrático en México depende de que no quede un solo
resquicio de impunidad ante la criminal agresión a los jóvenes
estudiantes normalistas.
Llamamos a los ciudadanos mexicanos, a las organizaciones de la
sociedad y al conjunto de los órganos del Estado mexicano a proteger y
perfeccionar los instrumentos de la democracia que son los únicos
capaces de garantizar condiciones mínimas de paz y convivencia plural
que son indispensables para la atención de los problemas que aquejan a
nuestra sociedad.
Vale la pena recordar e insistir en algo: democracia no significa
ausencia de diferencias, controversias o incluso conflicto. La
democracia implica que existan los cauces institucionales para
procesar esas diferencias, naturales en una sociedad compleja como la
nuestra, a través de cauces pacíficos e institucionales. El ejercicio
del sufragio libre es la vía privilegiada para ese propósito.
La construcción y recreación de la democracia es una tarea colectiva.
Autoridades, partidos políticos, medios de comunicación,
organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos. Cada uno tiene un
rol fundamental que jugar en esa construcción colectiva y a todos nos
corresponde actuar con responsabilidad y con respeto irrestricto a los
derechos fundamentales.
Les ruego que guardemos un minuto de silencio a la memoria de
Alexander Mora Venancio. Les pido a todos sean tan amables de ponerse
en pie.
-o0o
México, D. F., a 10 de diciembre de 2014.
Señoras y Señores:
El día 7 de diciembre de 2014, la Procuraduría General de la
República confirmó a partir de las investigaciones periciales
realizadas por la Universidad de Innsbruck en Austria y el equipo de
peritos argentinos, que entre los restos localizados en la localidad
de Cocula, Guerrero, se encuentran los del joven Alexander Mora
Venancio, de 19 años de edad, originario de la comunidad de "El
Pericón" y estudiante del primer año de la Normal Rural Raúl Isidro
Burgos de Ayotzinapa.
A nombre de las Consejeras y Consejeros del Consejo General del
Instituto Nacional Electoral, envío nuestras más sentidas condolencias
a sus familiares y amigos; en especial a su padre, Ezequiel Mora Choya
y a sus siete hermanos.
De igual forma, quiero expresar a nombre de este Consejo General,
nuestra solidaridad con las familias del resto de los estudiantes de
la normal Rural de Ayotzinapa que se encuentran desaparecidos. En el
INE estamos consternados e indignados, como lo está el conjunto de la
sociedad, ante los lamentables hechos ocurridos el pasado 26 de
septiembre en Iguala. Esperamos que se haga justicia y se castigue a
los responsables de este acto de barbarie inacepable.
El INE tiene un compromiso con la sociedad; entiende que su función
pública esencial es ser precisamente el instrumento para que la
sociedad, los ciudadanos, se expresen y recreen la convivencia
pacífica, el reconocimiento de la diversidad política y el ejercicio
de las libertades y los derechos de todos los mexicanos sin excepción.
El INE, como en su momento lo fue el IFE, es un producto de la lucha
de la ciudadanía mexicana por construir bases democráticas para la
convivencia política. Estamos todavía lejos de consolidar nuestra
todavía hoy incipiente democracia. Es más, nos aquejan aún muchos
signos ominosos, de entre los cuales el caso de Iguala es un ejemplo
indignante y condenable. Pero el INE es el resultado de la demanda
ciudadana para hacer de la vía electoral la ruta primigenia y
privilegiada para recrear nuestra intensa pluralidad y diversidad
política.
El INE es, como ninguna otra institución del Estado mexicano, un
órgano de los ciudadanos y para los ciudadanos. No me refiero sólo al
hecho de que la Credencial para Votar con Fotografía es el mecanismo
de identificación por excelencia de los mexicanos, elemento
indispensable de nuestra vida cotidiana. Me refiero también a que en
México las elecciones las hacen los ciudadanos. Son ellos quienes por
millones participan en la organización de las elecciones. son ellos
los que, por cientos de miles reciben y cuentan los votos de los
electores durante la Jornada electoral. Son ellos los que escrutan
cotidianamente las decisiones de esta autoridad.
>
El INE no se confronta con los ciudadanos, sino que son los ciudadanos
los que a través de una institución, que es suya, construyen las bases
para realizar ese momento en el cual pueden premiar o castigar las
acciones de los gobiernos, respaldar o sancionar a los partidos y
expresar su beneplácito o sus inconformidades con el estado de cosas
en la sociedad: las elecciones.
El INE es, insisto una institución de los ciudadanos y que los
ciudadanos deben sentir suya.
No está en manos del INE sino de las autoridades de procuración y
administración de justicia, la tarea de investigar y sancionar de
manera ejemplar a los autores materiales e intelectuales de los
lamentables hechos, que han vestido de luto a muchas familias y han
provocado la justificada protesta de los ciudadanos de todo el país y
el extranjero.
El INE convoca a todos los actores sociales, ciudadanos,
organizaciones, partidos políticos, así como a los diversos órganos
del Estado a resolver los grandes problemas nacionales, a procesar
nuestra legítima inconformidad y las demandas que los ciudadanos
plantean por las vías pacíficas que ofrece el sistema democrático.
La credibilidad de un Estado democrático empieza en la celebración de
elecciones genuinas, pero no se agota ahí. En este caso, la viabilidad
del Estado democrático en México depende de que no quede un solo
resquicio de impunidad ante la criminal agresión a los jóvenes
estudiantes normalistas.
Llamamos a los ciudadanos mexicanos, a las organizaciones de la
sociedad y al conjunto de los órganos del Estado mexicano a proteger y
perfeccionar los instrumentos de la democracia que son los únicos
capaces de garantizar condiciones mínimas de paz y convivencia plural
que son indispensables para la atención de los problemas que aquejan a
nuestra sociedad.
Vale la pena recordar e insistir en algo: democracia no significa
ausencia de diferencias, controversias o incluso conflicto. La
democracia implica que existan los cauces institucionales para
procesar esas diferencias, naturales en una sociedad compleja como la
nuestra, a través de cauces pacíficos e institucionales. El ejercicio
del sufragio libre es la vía privilegiada para ese propósito.
La construcción y recreación de la democracia es una tarea colectiva.
Autoridades, partidos políticos, medios de comunicación,
organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos. Cada uno tiene un
rol fundamental que jugar en esa construcción colectiva y a todos nos
corresponde actuar con responsabilidad y con respeto irrestricto a los
derechos fundamentales.
Les ruego que guardemos un minuto de silencio a la memoria de
Alexander Mora Venancio. Les pido a todos sean tan amables de ponerse
en pie.
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