·         Muchas veces se necesita la ayuda de profesionales para tener la nutrición necesaria y al mismo tiempo cuidar el peso

Con el objetivo de combatir el sobrepeso y obesidad  para evitar las enfermedades crónicas degenerativas como la hipertensión y la diabetes, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero promueve la alimentación equilibrada a través de la constitución de una dieta saludable.

La Coordinación de Salud Pública del IMSS en Guerrero informó que durante el primer trimestre de este 2011 se registró que de la población derechohabiente, el 14.23 por ciento de los niños presentaron sobrepeso y el 8.21 por ciento, obesidad; en los adolescentes, el 23.83 por ciento con sobrepeso y el 11.14 por ciento obesidad.

Asimismo el grupo poblacional de las mujeres, un 38.14 por ciento de ellas presentaron sobrepeso y 32.39 por ciento obesidad; 42.91 por ciento de los hombres presentaron sobrepeso y 30 por ciento obesidad; y por último del grupo poblacional de los adultos mayores, el 41.97 por ciento presentó sobrepeso y 29.15 por ciento con obesidad.

Al respecto, el nutriólogo Óscar Rabadán, del Hospital General Regional (HGR) No.1 Vicente Guerrero del IMSS, señaló que la alimentación en las diferentes etapas de la vida, sobre todo desde la infancia, define en gran parte la probabilidad de sufrir o no enfermedades en años posteriores.

Para que la dieta de un niño resulte saludable debe tener todos los grupos de alimentos (proteínas, lácteos, frutas, verduras, etc.), a veces una simple combinación de colores en el plato puede hacer que el infante disfrute de la comida. Se debe ofrecer tres comidas y una o dos colaciones al día.

Señalaron que se debe asegurar el consumo diario de frijoles o lentejas; huevo, carne de res o hígado; cereales adicionados con hierro; espinacas, acelgas, verdolagas o brócoli, por su aporte de hierro. Establecer el hábito de consumir diariamente alguna fruta o verdura rica en vitamina C o en carotenos: mandarina, naranja, lima, toronja, guayaba, jitomate, melón, mango, durazno, zanahoria o betabel, de acuerdo con la estación.

Es importante habituar al niño a comer la fruta con cáscara o la verdura cruda, muy bien lavadas. Estimular el consumo de agua sola o leche sola. Limitar el consumo de jugos, refrescos, aguas endulzadas, botanas pasteles y golosinas.

En la adolescencia, que comienza a los 12 años para las niñas y a los 14 para niños, las necesidades nutricionales aumentan. El desayuno debe ser abundante y apetitoso. Puede basarse en huevos cocidos, pan tostado con mermelada y tomar café, leche o té.

La comida debe ser caliente y variada,  como pollo sin piel, empanizado, frijoles, ensalada de verduras, dos tortillas y agua de melón; y como cena se recomienda para los adolescentes un coctel de frutas, gelatina y jugo de manzana.

Para la edad adulta se recomienda planificar las comidas semanalmente, de modo que garantice un adecuado equilibrio de todos los alimentos y sus nutrientes. Es importante cocinar los alimentos al vapor, hervidos, asados, a la parrilla o al horno. De preferencia consumir pescado, pavo o pollo y evitar la carne roja. Beber abundante agua durante el día (de 8 a10 vasos).

La alimentación del anciano debe ser algo más que la ingestión de los alimentos, debe nutrirlo, mantenerlo bien tanto física como psíquicamente y también proporcionarle placer y distracción. Se recomienda el consumo de tres comidas principales y dos colaciones para evitar sobre cargas en el estómago.

Por último, el nutriólogo del IMSS señaló a todas aquellas personas que realizan dietas sin el control de un especialista, "que es muy poco probable que exista una dieta mágica para prevenir el cáncer o las enfermedades cardiacas y de igual modo hacer que perdamos o controlemos nuestro peso. Las necesidades nutrimentales de los humanos son complejas y no sólo dependen de un factor sino de varios, de ahí que la ayuda con profesionales de la nutrición sea necesaria".